El agua potable que distribuye Aguas de Santiago se produce por la extracción de pozos de más de 120 metros de profundidad, se le realizan pruebas de laboratorio programadas para asegurar que las condiciones de potabilidad se mantienen estables. Los acuíferos están tipificados como de mineralización media según la calificación del código alimentario argentino y la OMS. Se realizan desinfecciones programadas en la cámara de bombeo manifolds y predios circundantes.

Adicionalmente se le proporciona una cloración adecuada para sostener en los extremos de red niveles de cloro residual de 0.5 mg./ltro. que garantiza la protección bacteriológica que puede producirse en su recorrido por la red. En todos los casos el agua cumple con todos los estándares nacionales e internacionales para ser apta para el consumo humano.

El ERSAC (Ente Regulador de los Servicios de Agua y Cloaca) de la provincia de Santiago del Estero, audita con un programa de controles preestablecido los parámetros de calidad.

La empresa provee la cantidad de agua suficiente para prestar un servicio continuo todo el año, disponiendo de fuentes de reserva para asegurar la provisión.